Desde la capital mexicana hasta Boom en Bélgica, el DJ y productor Alure llevará su visión sonora a Tomorrowland, uno de los festivales más influyentes del planeta. A sus 27 años, ha logrado posicionarse como una figura clave dentro de la nueva generación de artistas electrónicos en América Latina, y este viernes 18 de julio debutará en el escenario “Melodía” a las 18:00 horas.
Alure ve la música como un lenguaje de transformación. Sus sets crean experiencias que conectan lo emocional con lo espiritual, guiando al público en un viaje que va más allá del entretenimiento. En cada espectáculo, construye un universo sonoro donde el cambio, la energía y la visión se convierten en ritmo, así lo ha demostrado en escenarios como Corona Capital, EDC México y el año pasado abriendo a Swedish House Mafia en la explanada del Estadio Azteca.
“Es un honor inmenso representar a México en un escenario de esta magnitud y llevar mi música a una audiencia internacional. Poder compartir esta experiencia con artistas que siempre he admirado, y con miles de personas que sienten la misma pasión por la música, lo hace aún más especial. Estoy preparando un set muy personal, lleno de energía y momentos que quedarán marcados en mi corazón para siempre. Gracias a todos los que han sido parte del camino. Nos vemos en el escenario ‘Melodía’, 6:00pm.”
Con la misma fuerza que lo llevará a Tomorrowland, Alure presenta su nuevo sencillo “Feel So Good”, un track que canaliza su propuesta sonora en una descarga precisa de energía y groove. Compuesto y producido por él mismo, el tema integra bajos contundentes, sintetizadores vibrantes y un beat que insiste en el movimiento, evocando la intensidad de la pista de baile.
Inspirado por figuras como Odd Mob y Mau P, Alure se desplaza con soltura entre el tech house y el dance, manteniendo un enfoque envolvente y actual. La letra, sin rodeos, apunta al goce inmediato: dejarse llevar, habitar el ritmo y soltar el cuerpo. “Feel So Good” no busca adornos: es una pieza directa, hecha para escucharse fuerte y dejar que el momento hable por sí solo.
