En la primavera de 2019, este escritor se sentó con Sam Fender mientras todavía estaba armando Hypersonic Missiles, el inmenso álbum debut que seis meses después llegaría a encabezar numerosas listas y acuñaría el estatus de Fender como el compositor más importante de su generación.

A través del prisma de un niño muy despierto y consciente, proveniente de una finca en North Shields (Reino Unido), canciones como “Dead Boys”, “The Borders” y “Leave Fast” anhelaban escapar mientras encontraban poesía y drama en las vidas de quienes rodeaban a su autor. Eran canciones con los ojos -y el corazón- bien abiertos. Mientras se sentaba al sol de la tarde, Fender reflexionaba sobre el punto de vista dentro de sus canciones con el típico autodesprecio del noreste inglés.

«Me resulta más fácil escribir sobre otras personas porque puedo ser completamente honesto sobre ellas», reflexionó. «No puedo ser completamente honesto conmigo mismo porque todos pensarían que era un miserable idiota».

Avanzamos rápido hasta 2020 y, como el resto del planeta, Sam Fender se enfrentó a poco más que las cuatro paredes frente a él. No había nadie yendo a los bares locales The Lowlights Tavern o Poundshop Kardashians para poder inspirarse. En cambio, por primera vez como compositor tuvo que volver su mirada hacia sí mismo.

«No tenía a nadie sobre quien escribir. Siempre he confiado en esas cosas. De oídas, rumores, historias, chismes… los chismes hicieron a la humanidad», recuerda Fender hoy desde su estudio en North Shields. «No quería escribir sobre Covid porque, carajo, nadie va a querer volver oír hablar de eso, así que esta vez fui hacia adentro».

No es necesario estar íntimamente familiarizado con su historia de fondo para darse cuenta de que a la propia vida de Sam Fender no le falta material para extraer. Dale play a Seventeen Going Under y tanto en la canción principal que le da título al álbum, como en “Gettin’ Started” se pueden escuchar los ritmos de su propia historia, su viaje desde North Shields y sus propias batallas golpeando a través de la eufórica carrera de la música. Prácticamente puedes sentir el viento soplando en tu cara cuando el motor comienza a funcionar y la vista de una vida que se desarrolla se abre delante de ti.

«Algunas de las historias son autobiográficas, por lo que se escriben a sí mismas», dice. «En cierto sentido, sin embargo, estás escribiendo sobre la experiencia humana, pero te sientes expuesto».

Como solo un gran compositor puede, Fender convierte su propia experiencia en arte que nos habla y resuena con todos nosotros. Es por eso que sus canciones significan tanto para la gente. En “Get You Down”, podría estar mirando inquebrantablemente sus propios fracasos como socio, sin embargo, como oyentes todos podemos reconocer algo de nosotros mismos dentro de su sonido tipo New Order-encuentra-a-The E Street Band. Del mismo modo, no es necesario haber experimentado el mismo tipo de relación con un padre o miembro de la familia que inspiró el nuevo y demoledor single “Spit Of You” para disfrutar del hecho de que son las canciones más conmovedoras escritas sobre la relación entre un padre y un hijo durante décadas.

«Este álbum es una historia de mayoría de edad. Se trata de crecer. Es una celebración de la vida después de las dificultades, es una celebración de sobrevivir», reflexiona Fender.

Sam Fender no tenía nada qué temer. Al volver su mirada hacia adentro no ha salido sonando como un maldito idiota. Ha salido con una obra maestra que define una era y afirma la vida. Seventeen Going Under es una celebración de la vida misma y es un triunfo en todos los aspectos. Tiene razón al sentirse orgulloso de ello.