Hercules & Love Affair vuelve a la pista con su nuevo EP ‘Someone Else Is Calling’

84

Hercules & Love Affair regresa con ‘Someone Else Is Calling’, un nuevo EP en StrataSonic Records que marca una reinmersión en la pista de baile para el fundador Andy Butler. Tras el mundo austero e introspectivo de ‘In Amber’, la mudanza de Butler a Bélgica abrió un manantial de inspiración, el arte surrealista belga, los híbridos de dance-punk de principios de los 80 en sellos como Les Disques du Crépuscule y Crammed Discs, y el diálogo duradero entre las escenas belga, de Detroit y de Chicago. Rodeado por una generación más joven de productores intrépidos con los que entabló amistad (Lipelis, Orion Agassi, Kris Baha), Butler sintió reavivarse su pasión por la cultura de club.

El EP surgió inesperadamente en Islandia mientras Butler producía material indie/country/rock para el proyecto Hips & Lips de Elín Ey. Una decisión espontánea de sacar algo de música dance condujo a una oleada creativa inmediata. Aunque Elín había aparecido en discos anteriores de Hercules, esta fue la primera vez que la pareja escribió explícitamente para la pista de baile, resultando en un lote de canciones que van desde el rugiente tema principal hasta la liberación emocional. Su química es igualada por el nuevo colaborador de Butler, Quinn Whalley (Paranoid London, Decius), cuyo estilo de coproducción travieso y obsesionado con los detalles ayudó a empujar el EP hacia una zona que hace guiños al techno, al house vocal clásico y a la crudeza impulsada por el acid de la que Butler se enamoró por primera vez a los 17 años.

El tema principal «Crossed Lines», llega acompañado de un video (que estrenará este mes) que explora la tensión entre la información, la desinformación y la complejidad de la comunicación humana. La pieza audiovisual reúne a un equipo creativo excepcional: el escultor Zac Monday, el artista visual Philip Haffner y el director Eli Newman, quienes aportan su visión única para dar vida a este proyecto.

Eli comenta: “Andy y yo conectamos sobre la idea de crear un nuevo tipo de video rave, uno que rindiera homenaje a lo atemporal de los 90 pero que contara su propia historia de carga y liberación. Quise unir los elementos de las esculturas tejidas a mano de Zac Monday y los visualizadores modulares de Philip Haffner, todos analógicos, nada digital ni pulido. El concepto inicial era luminoso, pero la canción pedía también oscuridad y misterio, así que llegamos a un lugar divertido donde conviven sombras, colores cálidos y un vestuario explosivo.»

Zack complementa: «Ver lo que otros artistas hacen con mi trabajo siempre es una bendición. Andy y su equipo trajeron una pasión suave y juguetona»