La documentalista nominada al Oscar, Sophia Nahli Allison, ha revelado que abandonó un proyecto con Lizzo debido al trato irrespetuoso de la cantante pop. Este reclamo sigue a varias acusaciones formuladas contra Lizzo en los últimos días.

Sophia Nahli Allison dice que conoció a Lizzo en 2019, pero dejó de filmar un documental sobre ella después de dos semanas. “Fui testigo de lo arrogante, egocéntrica y desagradable que es. No estaba protegida y me metieron en una situación de mierda con poco apoyo. Mi espíritu me dijo que corriera lo más rápido que pudiera y estoy muy agradecido de haber confiado en mi instinto. Me sentí iluminado por el gas y profundamente herido, pero he sanado. Leer estos informes me hizo darme cuenta de lo peligrosa que era la situación. Este tipo de abuso de poder ocurre con demasiada frecuencia”. dijo en las redes sociales.

Aclaró que si bien no suele comentar sobre asuntos de cultura pop, habló en esta ocasión porque “validar las experiencias de otras mujeres negras es muy importante para mí”.

La revelación de Allison sigue a la noticia de que tres exbailarines de respaldo de Lizzo están demandando a la cantante por denuncias de acoso sexual, su capitana de baile Shirlene Quigley y la productora de Lizzo, Big Grrrl Big Touring Inc, figuran como los acusados. Por su parte, las bailarinas que han interpuesto la demanda son Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodriguez.

Tres mujeres que solían actuar como bailarinas de respaldo para Lizzo presentaron una demanda de gran alcance contra la cantante y su compañía de gira, alegando acoso sexual y condiciones laborales hostiles, presentaron la demanda en Los Ángeles el martes (1 de agosto). A través de Billboard, afirma que Lizzo (nacida como Melissa Jefferson) había presionado a los bailarines para que asistieran a un espectáculo sexual en el Barrio Rojo de Ámsterdam y se relacionaran con los artistas de una manera obscena.