Han pasado más de 15 años desde que Joe Mount lanzó el debut de Metronomy, e inicialmente, era simplemente un proyecto en solitario antes de transformarse gradualmente en algo mucho más grande de lo que jamás había considerado cuando estaba cocinando ritmos en su habitación. Ahora en su séptimo álbum, Mount ha guiado al grupo a través de muchos sonidos a lo largo de las décadas, pero en última instancia, su mente expansiva se siente un poco restringida en Small World.

En el período previo al álbum, Mount explicó que el proyecto era su intento deliberado de hacer algo exuberante y edificante; en una entrevista reciente reveló que antes de hacer Small World, no podía «escribir una canción que tratara sobre despertarse y es una hermosa mañana y no sentirse raro por hacer eso, no entendí el matiz”.

El disco llega como la primera salida de Metronomy desde Metronomy Forever de 2019, y la pandemia significó que no había necesidad de apresurar un nuevo trabajo, en cambio, Mount se tomó su tiempo para escribir y posteriormente encontró liberadora la experiencia de trabajar en su propia escala de tiempo. Con las giras fuera de la mesa, Mount apreció el tiempo con su pareja y sus dos hijos, lo que inconscientemente moldeó Small World en una apreciación de aquellos que más importan y el funcionamiento interno de las reflexiones personales de Mount a lo largo de los últimos dos años.

Si bien Small World es más reacio al riesgo y pesimista que sus predecesores, también se puede encontrar un placer cuando el grupo abraza elegantemente el envejecimiento en lugar de aferrarse al pasado y forjar una nueva era para Metronomy.