El líder de Korn, Jonathan Davis, dice que espera ver a su querido amigo Fieldy regresar a la banda, pero solo si el bajista puede superar los «malos hábitos» que lo llevaron a alejarse de las superestrellas del nu metal en junio. Aunque tocó en el próximo álbum Requiem de la banda californiana, que se lanzará en febrero, el bajista está notoriamente ausente en las nuevas fotos promocionales de Korn.

Fieldy, cuyo nombre real es Reggie Arvizu, reveló en junio que le habían «sugerido» que no participara en la gira de verano de 28 ciudades de Estados Unidos del grupo para «curarse», reconociendo que su comportamiento «ha causado cierta tensión con la gente que me rodea».

«Trabajaré para eliminar los malos hábitos de mi sistema», escribió en una publicación en las redes sociales el 21 de junio. «Jonathan, Munky, Ray y Head, los amo y no quiero traer ninguna tensión o malas vibraciones al círculo» cinco meses después, parece que la puerta aún no está abierta para que vuelva el bajista.

«Me encanta; él es mi hermano”, le dice Jonathan Davis a Kerrang. “Pero vi morir a alguien que me importaba [la esposa separada del cantante, Deven, murió de una sobredosis accidental en 2018] y no voy a volver a hacerlo. Me rehúso a sentir culpa por el resto de mi puta vida por eso. Hice todo lo posible, pero tal vez si hubiera sido un poco más duro, habría habido un resultado diferente. Rezo para que pueda resolverlo y mejorar y volver y ser una gran parte de esta banda nuevamente «.

Siempre abierto acerca de sus propios demonios, Davis insiste en que ahora está «completamente curado» de la adicción, pero admite que es muy consciente de la posibilidad de una confusión futura. «Siempre que he sido feliz», dice, «siempre ha habido algo negativo que viene y me lo quita».

“La oscuridad, para mí, ha sido un lugar muy familiar”, dice. “Eso es cómodo para mí. Pero ahora estoy atravesando esta nueva vida, habiendo tenido esa [oscuridad] desaparecida, no sé cómo reaccionar ante ella y no sé qué hacer. Es difícil para mí dejar ese lugar. Siempre quiero volver allí porque me resulta familiar, pero tengo que dejarlo ir. Ya no me torturan. Tuve que liberarme de ese lugar, me iba a matar si me quedaba allí para siempre».